sábado, 22 de enero de 2011

EPITÁFIO

Siempre me han tachado de ser una loca enamorada de la vida, ¿y sabes qué?... es verdad.

Cuando Dios me creó, olvidó poner los sentimientos dentro de mi cuerpo y ahora viven como tatuajes adheridos a mi piel..., y tengo ganas de amar ¡muero por poder amar! pero mi cuerpo amorfo y poco carnal se ha convertido en un ente que lacera a quemarropa cuando intenta besar; las noches me carcomen y no hallo qué hacer, hato mis puños a mi cama para no apuñalar mi vientre en el que se engendra un sentimiento que ni yo sé cuál es... estoy muriendo, y muero por caer entre tus manos para que alivies esta agonía que pesa como las lápidas de mis antiguos amores...
Ahora guardemos un minuto de silencio por lo que pude haber sido, un minuto de silencio y escribamos en mi epitafio "aquí yace una loca enamorada de la vida..."

sábado, 15 de enero de 2011

CERRARÉ LOS OJOS


Cuando logré abrir los ojos caí en la cuenta de que mi cabeza se había desprendido de mi cuerpo, logré ver a distancia la tapa de mi cráneo y pronto oí revolotear una mosca que altanera engullía parte de mi cerebro.


Vislumbre un trozo de mi lengua entre el hocico de dos perros que forcejeaban para obtenerla, mis labios se desmoronaron y poco a poco casi de manera cardiaca una lágrima brotó de mi cristalino ojo para recorrer aginozantemente mis mejillas; caí en un trance intentando descubrí dónde me hallaba, tratando de escuchar a través de mis agusanados oídos...


Recordé la infelicidad del hombre y la amargura de sus ojos, intenté imaginar la llave para abrir su corazón, me esforcé por recordar dónde había extraviado mi cuerpo, para morir en paz con él..., pero mis fuerzas estaban agotadas y mi corazón marchito... cerré mis ojos y mientras tarareaba una alegre canción me desvanecí en un viaje sin retorno, por un abismo envolvente, en el que reina la psicodelia y la incoherencia, donde los minutos transcurren a destiempo e imagino una vida feliz...sin rencores... sin lágrimas... sin malos recuerdos... una vida que quizá en el mundo terrenal jamás tendré...


Algún día, algún día volveré a abrir los ojos, y entonces empezaré el viaje para encontrar dónde quedó mi cuerpo, le daré "cristiana sepultura" y entonces sí... cerraré los ojos para siempre...

LAGRIMAS POR ESTE REQUIEM