miércoles, 1 de junio de 2011

...ESTREMECIMIENTO...


La piel de mi ombligo se erizó y mi abdomen se contrajo repentinamente; de mis labios carmesí salió una nube de vaho, mis pupilas se dilataron y mi respiración se agitó, sentí su lengua recorrer mis piernas y lo suave su respiración erizó cada vello de mi cuerpo; sentí su calor cerca del mío, su piel que se pegaba a la mía por aquél sudor que fluía de nosotros, puso su oído sobre mi seno izquierdo para escuchar el palpitar de mi corazón; pronuncié un par de palabras entre dientes antes de que mi mirada se tornara en blanco y sintiera ese estremecimiento por todo mi cuerpo que solo él producía en mí. Los dos nos fundimos en un mismo ser y la danza de nuestras caderas se convirtió en la coreografía perfecta, vi su rostro con los ojos cerrados y esa leve sonrisa que se dibujaba en sus labios y que solo desapareció para expulsar un gemido grave y melodioso, entre cortado y lujurioso.
...Después vino un estremecimiento de su cuerpo mientras echaba su cabeza hacia atrás mirando al cielo; arañé su espalda ligeramente y él dejó caer su cuerpo sobre el mío para seguir escuchando el golpeteo de mi corazón ahora más agitado.
Tomé su cabello entre mis manos, besé su cabeza y dije: "te amo"; él respondió, con los ojos cerrados:"te amo", sonreí y cerré los ojos, ambos suspiramos para caer en profundo sueño.

LAGRIMAS POR ESTE REQUIEM