sábado, 24 de octubre de 2009

MI MOZART INTERNO


La hora mas insensata del amanecer es justo antes de mi último suspiro, donde las notas golpean mi sienes y el sudor adhiere las sábanas a mi piel, cuándo con el primer rayo las voces de los tenores se dejan escuchar ante mis sórdidos oídos, que esgrimen en mi boca cantos para ser escuchados como eco por medio de mis palabras, que se limpian las manos con mis lágrimas que corren por mi mejilla, y que justo antes de perecer dejarán una marca perenne en las hojas que algún día el viento despiadado se ha de llevar.


Las palabras comienzan a emanar del techo, por la paredes, bajo mi cama; danzan bailan y giran en torno a mi, hay que transcribirlas, hay que dejarlas pasar, pero no me quiero levantar, ellas han venido impulsadas por los violines que nunca dejan de tocar en mi mente, que se dejan dirigir bajo la batuta del pequeño Mozart que se ha engendrado en mi mente, del pequeño Mozart que habita en mi interior, que en sus ratos de ocio le da por componer y otras tantas sigue siendo el niño testarudo y genio del clasicismo.


Estoy arropada viendo el espectáculo para mi, tomaré papel y seleccionaré los mejores "castings" para mi próximo escrito en el que hable de este extraño momento, que pocos creerán, algunos aplaudirán y al igual que Mozart, al igual que mi pequeño Mozart interior terminará en la fosa común de burdos lectores, y solo los de oído delicado y mente despierta lo comprenderán; quiero creer que en un par de años, alguien los encontrará en la basura quizá; y comprenda todo lo que algún día pretendí transmitir y nadie compredió, dejaré que mi mano baile al compás de las notas, mientras cierro los ojos y visualizo aquella sinfonía que en mi ser toca, aquél teatro lleno que espera a que finalice para caerse en aplausos, que agradeceré con una reverencia y después saldré a la calle de mi pequeño mundo, a vivir una vida tan plena como la que en mi realidad no puedo... quizá solo soy la sombra de mis ideales, quizá estoy desvelada, quizá algo trastornada o quizá, solo pasa que la hora más insensata del amanecer es justo ante de mi ultimo suspiro

martes, 13 de octubre de 2009

2DA SINFONÍA: TU CORAZÓN


A paso lento me acerqué al espejo, pude ser sarcástica o tal vez sincera así que disimuladamente encontré mi reflejo; Beethoven musicalizaba con la segunda sinfonía, no se si era cartasis o era un sueño; me miré vestida de luces, me teñí de carmín los labios, ajusté mi vestido, sonreí y me dirigí a la ventana ; miré impaciente mi reloj: 2 minutos de retraso...

Me acerqué de nuevo al espejo y bailé aquella sinfonía, mi vestido giraba al compás de los violines cuando él a mi ventana asomó, postrado en una nube venía vestido de gala, levanté un poco mi vestido para correr a sus brazos; ¡aquél encuentro fue maravilloso!, nos fundimos en un abrazo y sentí su calor, su corazón latir y me transmitió un impulso, así que actué como no pensé jamás hacerlo...

Supe entonces que necesitaba tenerlo, tomé su rostro entre mis manos, miré esos ojos hermosos frente a frentes sentí su aliento estremecedor, y con un dedo delineé sus labios, le sonreí y entonces actué...

¡Soy culpable Dios!, ¡atravesé su pecho y le arranqué el corazón!, lo tomé entre mis manos, era tibio y latía aún, busqué en mi armario una caja y ahí lo guardé; lo etiqueté: "desayuno".

Entonces volví a él y vi cómo se desvanecía entre mis brazos, con fuerza lo arrastré a la ventana y le hice la parada a la primer nube que pasó, su cuerpo inerte en ella postré y le pagué el pasaje al "infinito".

Pude llorar, pude reír, pude entregarme a la policía, pero por fin tuve lo que quería: su corazón.

Me miré de nuevo en el espejo, con mis m anos aún ensangrentadas quité las arrugas de mi vestido, saqué la caja y bailé con ella, ¡qué mas da, la segunda sinfonía sigue tocando!, ¡qué mas da si ahora su corazón tengo aquí a mi lado!...

miércoles, 7 de octubre de 2009

PRETEXTO PARA INVENTARTE


Necesito un pretexto para inventarte, necesito una pluma de ángel para crearte, necesito una razón para amarte, tan solo un pretexto para tocarte.

Necesito un pretexto para necesitarte, necesito una excusa para cuidarte, necesito una razón para no llevarte, para no cuidarte para no inventarte,para que no habites en mi imaginación.

Y ya lo ves, anoche nuevamente soñé contigo y me despedí de ti, te pude tocar y todo fue un pretexto para hacerte el amor a quemarropa; anoche te vi partir y acaricié tus labios, sentí tu cuerpo junto al mío, me maldije por haberme enamorado de ti, y a Dios agradecí por conocerte ahora; necesito un pretexto para inventarte, necesito un pretexto para creer que ahora duermo y que lo que creí soñar era mi realidad...

Dame un pretexto para inventarte, regálame una pluma mi ángel para crearte...

LAGRIMAS POR ESTE REQUIEM