...SOY LUCÌA Y VIAJO EN COMBI...

¿Por qué las palabras pueden herir tanto?, ¿es acaso que ellas hieren más q una puñalada?; esta noche me siento sola, "francamente sola" diría Benedetti, y es que la verdad ni siquiera puedo ni me quiero levantar.

Ayer de nueva cuenta me decepcione, ayer otra parte de mi mutilé, no soy nada, nada más que nada.

Tus dientes de ajo escaldan mis entrañas, sazonan mi tristeza, sancochan mis orgías mentales y me hacen oler agrio.

Esta noche ni siquiera tengo a quien escribir, no hay nada, el bosque es oscuro y tenebroso, tus miradas me aullan entre las ramas, los ayeres aullan entre la niebla, los lobos me aullan en brama y creo que me persiguen, es el olor a carne lo que les llama, es la sangre que fluye de mis heridas, que se escabulle entre mis labios, que ampulan mis pies; es el olor de mi corazón hecho trizas que traigo entre mis manos.

Esta noche te juro, que dejaré de caminar, buscaré el mejor árbol muerto y cavaré un hoyo con mis manos, mojaré las tierra con mi sangre y mis lágrimas, rezaré un par de padres nuestros y al final mientras tarareo la canción mas triste jamás escrita me arrancaré los ojos con mis uñas.

Ya no quiero llorar, no quiero mirar, no quiero conocer... ¡es momento de descansar!... ¡Bah!, ¡ya me canse de delirar, ¡no es verdad, nada de eso es verdad!... ¡Soy Lucía y viajo en combi, soy Lucia y estoy deprimida, soy Lucia y me cuestiono... ¿Por qué las palabras pueden herir tanto?

ES MELANCOLÍA...

¿Es melancolía, será tristeza la sombra que me invade?, ¿son lágrimas o es sangre?, ¿tiemblo de miedo o de frío?, ¿te extraño por no tenerte o te tengo por no extrañarte?

Por qué es tan difícil pensar sin olvidarte, llamarte sin gritarte, explotar y ya no hallarte, por qué es tan fría la habitación oscura.

Fuiste tú o fui yo, qué pasó quién soy en dónde estoy ¡quién eres tu!,... yo te conozco pero... no recuerdo de dónde,... disculpa mi mala facha , he estado haciendo limpieza en mis recuerdos , pero ¡ven pasa, sientate! ¿te sirvo café?, quieres un puro, espera iré a peinarme, todo este tiempo le he llorado a alguien, tanto que ya le olvidé... ¡prometió regresar , todas la noches le preparaba la cama por si él regresaba, le hacia la cena y me ponía aquél vestido que tanto le gustaba ¡cómo le encantaba que me lo pusiera!... quería verme bella para él...

La gente comenzó a decir que jamás regresaría, que me había abandonado, que me había dejado y me creyeron loca por esperarlo... ¡es acaso que no entendían que si regresaría, tenía que volver, lo había prometido, me lo había prometido!... y además... jamás se despidió.

Ahora estoy vieja, mis ojos vidrian y ya no vale la pena llorar...


...¡Espera, te pareces a él!, tienes esa mirada dulce que algún día me cautivo, tu cabello rizado que siempre amé y tus labios delgados como los que un día besé... ¡lo sabía , regresarías!... perdona mi estado, perdona las facha y perdona que hoy no porte aquél vestido... Bien podría reclamarte o cuestionarte tu ausencia en mi cama pero... hoy moriré a las 2 y solo faltan 5 minutos...

¡Ven, sientate a mi lado!, abrazame fuerte que le momento está por llegar, abrazame y dime que me amas...

¿Es melancolía, será tristeza la sombra que me invade?.... shh!!! solo quedate aquí y abrazame muy fuerte... me he esperado para que me veas morir...

... NO, NO ES MELANCOLÍA...

TUS MONSTRUOS (improvisando)

Bajo las llamaradas de petate, los monstruos cocinan lujuriosos la cena en la que comerán tu bello rostro, la mesa está puesta, hay veinticinco invitados y cada uno porta su etiqueta de gala, la música es obscena los músicos blasfemos y la letra es romántica, la ironía y la incoherencia reinan pugnando por acabar con la realidad que tu cabeza cree que es la correcta, pero no lo es, aquella sonrisa no puede ser verdad, en ti es una mala mezcla, un serio problema... tus monstruos lo saben y sobre de ellos la ciudad sigue su rumbo, la rutina se apropia de las mentes y yo... no puedo encontrarme conmigo misma.

Los meseros visten acorde con la lujuria, las palabras calman la mente de los poetas que ya no pueden pensar mas... La lluvia no es bella, las palabras no son necesarias y ni siquiera son las adecuadas para enmarcar lo que mi lengua intenta decir y lo que no hace mi cuerpo, mis ojos parecen inocentes, pero no lo son ambos lo sabemos, juntos lo descubrimos, y yo... no puedo encontrarme conmigo misma.

Todo gira como en una vieja película, en la que los recuerdos son en blanco y negro, en la que Beethoven toca a mi lado para hacerme creer que hay música dentro de la proyección,... el telón se abre, hay aplausos, hay luces todos bailamos la coreografía que por años ensayamos para este momento, giramos vestidos de luces, nos tomamos de la mano y entre la sinfónica nos dejamos llevar, para hacer retumbar el teatro con lo que nuestros pies intentan decir en defensa de su incoherencia.... logro ver en el publico a tus veinticinco monstruos que pícaros me guiñen el ojos, todos sabemos que es tu momento, que es tu último baile, tu ultima sonrisa y tu ultimo recuerdo feliz; esta noche serás la cena te acompañaremos con vino tinto, comeremos tu carne dulce y delicada, serviremos pasta, habrá músicos, nos vestiremos de etiqueta y por fin dejarás de hacer tanto daño... tranquilo será una cena mágica...

Logro ver la escena anterior todo es exquisito y dulce como tu, estoy apunto de terminar mi cena, cuando el ultimo momento de aquella sinfonía llega a su fin, el teléfono suena, la lluvia sigue cayendo allá afuera, estoy llorando mientras logro ver todo dentro de mi copa a punto de ser terminada, mi cigarro se ha apagado, nada es realidad, todo es ausencia, todo, todo y yo.... no puedo encontrarme conmigo misma...

Tranquilo duerme tan tranquilo como siempre porque esta noche, bajo las llamaradas de petate, los monstruos cocinan lujuriosos la cena en la que comerán tu bello rostro...