Un sentimiento carnal nació,
un aura vivaz me enloqueció,
miré mi reflejo en el sol,
ahogue mi mente en alcohol.
Sola como perro viejo,
sola cual mente y recuerdo,
muero, crezco, nazco y vivo,
Eva se seca sin estribo.
Llora perlas de cristal y sal,
traga suspiros de oro y metal,
leo mi nube de poca ilusión,
ya morí y pedí el corazón.
Mira que bella luna me cobija,
su brazo entra en la rendija.
me mima, me acaricia, me cuida,
Eva llora, sufre y se suicida.
Soy el alma inerte que nació,
el ser consiente que se envició,
el dolor ausente de la razón,
el sudor candente del corazón.
Soy la Eva nata del arte banal,
bebo mi sudor sediento de mal,
acaricio a la luna de coral,
trago aire y pienso mal.
Me rige la ley de la selva,
peco y pienso soy fina Eva,
¿soy feliz?, ¡no débil gata!
huyo y robo el dolor cual rata.
Vivo en el valle del Edén,
meso mi cuerpo en el vaivén,
tomo un fruto de dolor,
peco, me enamoro ¡qué horror!.
No creo en el volver a amar,
odio ese sentimiento llamar,
¿amor?, que tonta palabra es,
la aborrezco y pienso soez.
Soy una Eva desnuda al aire,
corro sin modales fiera salvaje,
Eva nació primero que el hombre,
una Eva que cambió de nombre.
Recojo hilacho de poca ilusión,
mendigo tonadas de una canción,
tarareo un himno de compasión,
¡Eva!,¡Eva!,¡Eva!, grita mi canción.
Tonada de baladí son,
sonsonete de fina canción,
soy la Eva de lágrimas mil,
soy la odiosa Eva tres mil
